sábado, 28 de agosto de 2010

SEÑOR ...YO TE BUSCO

No me escodas tu rostro.
Mi tierra está seca, sedienta de ti.
Te necesito.

¿Dónde vives, Señor? ¿Cómo es tu casa?


SEÑOR... TU ERES MI AUXILIO

Quiero refugiarme a la sombra de tus alas.
Quiero oír tu voz en la paz y en el sosiego.

Dame valor para seguirte:
aunque cueste,
aunque se rían de mi,
aunque busquen perderme los que dicen mentira

SEÑOR...

—Hazme encontrar “TU HORA”, “MI HORA”.
La hora en que tu Palabra entre en mí y se haga carne conmigo.

—Hazme huir del huracán, y del fuego, y del terremoto,
porque no quiero encontrar un dios falso desde mis
odios y rencores,
porque no pretendo oír voces de dioses extraños desde
el ardor de mis egoísmos,
porque no deseo palabras de dioses tranquilizadores
que acallan la conciencia de servicio y preocupación por
les hombres.

—Háblame, Señor, desde la brisa de la comprensión y
del Amor.

  • SEÑOR... YO TE BUSCO







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